Se trata de una ciudad pequeña en la costa del estado Carabobo en Venezuela, a la cual se llega desde Caracas por una amplia y muy buena autopista” en aproximadamente 2 horas y media. Puerto Cabello tiene un área de arquitectura colonial, bien preservada, el eje principal lo forma la llamada “Calle de Los Lanceros”, una estrecha calle, con construcciones coloniales de hasta 2 pisos muy bien conservada que posee un puente entre dos casas situadas una al frente de la otra y que les permitía comunicarse, sin pasar por la calle misma. También está el puerto comercial de donde salen y arriban mercaderías para ciudades mas grandes en las cercanías.

Nos propusimos pasar el fin de semana en una pequeña posada, (solo 6 habitaciones) con vista al mar y un pequeño restaurant, pero con un muy buen chef, que hizo una gran diferencia en nuestra estadía. Especialmente desayunos y cenas frente al mar en esos momentos menos calurosos, constituían una delicia. En los alrededores además de la zona colonial, ideal para fotografías, también desde luego muy buenas playas tropicales, con palmeras y servicios básicos, sillas y toldos, estas son el principal atractivo de Puerto Cabello.

La Casa Rosada, así se llama nuestra posada, queda también muy cerca del canal de entrada al puerto de los grandes barcos, lo cual constituye un atractivo adicional, pues el desplazamiento de los mismos es una atracción en sí mismo, podíamos verlos desde una pequeña terraza en el 2do piso donde estaban nuestras habitaciones, incluso sumergidos en un jacuzzi, que esta posee. 

El área entre la calle de la posada y el mar tiene un amplio boulevard, donde se reúnen familias en horas de la tarde, cuando el sol baja de intensidad, también propicio para caminatas a la orilla del mar, aquí se ven numerosos niños disfrutando de sus bicicletas y patines. Este concluye en una “Marina Deportiva” desde donde parten embarcaciones de recreo a disfrutar de las playas de la zona.

Desafortunadamente por razones atribuibles a “la pandemia” las playas estuvieron cerradas, pero pudimos disfrutar de otros lugares.

Aparte de las diferentes playas, otro atractivo lo constituye un Fortín colonial, ubicado en el tope de una colina en las cercanías, el cual formaba parte de las defensas de la ciudad del ataque de piratas en la época en que los españoles controlaban el asentamiento. A Este Fortín se accede a través de una pequeña carretera que nos conduce hasta el mismo, una vez ahí podemos visitar un pequeño museo y la magnífica construcción fortificada, pero indudablemente el atractivo principal lo constituye la magnifica vista de la ciudad que se aprecia desde allí. 

En fin, este es un destino no muy lejos de la capital Caracas, y que nos permitió disfrutar de un fin de semana magnifico, disfrutar de una tranquilidad relajante y olvidarnos del stress de una ciudad grande.

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Por Manu Castillo Sr.

Venezolano y viajero de toda la vida. 23 países y espero seguir contando. No uso redes sociales, pero comparto algunas experiencias viajeras por este medio.